Viajar con el propósito de comprar un billete de lotería puede parecer inusual para algunos, pero para miles de entusiastas en todo el mundo, se ha convertido en una forma atractiva de turismo. La atracción no reside únicamente en el premio mayor, sino también en la reputación de ciertas loterías nacionales, políticas fiscales favorables y la emoción de combinar un viaje con la esperanza de una ganancia que cambie la vida.
España lidera con su famosa lotería de Navidad, El Gordo, que reparte miles de millones de euros en premios cada diciembre. Personas de toda Europa y más allá viajan a España específicamente para comprar boletos en tiendas consideradas «afortunadas» por premios anteriores. Incluso hay operadores turísticos que ofrecen recorridos temáticos de lotería antes del sorteo.
Estados Unidos es otro punto importante, particularmente por sus juegos Powerball y Mega Millions. Los extranjeros suelen visitar estados con fácil acceso a puntos de venta para adquirir boletos, especialmente cuando los premios superan los 500 millones de dólares. Aunque los extranjeros pueden participar, el cobro del premio y las implicaciones fiscales dependen de tratados individuales.
En Italia, el SuperEnalotto ofrece algunos de los premios más altos de Europa, a menudo superando los 200 millones de euros. Su popularidad entre los turistas se debe no solo al pozo de premios, sino también al sencillo sistema de compra de boletos, disponible en bares, estancos y aeropuertos.
Un factor clave es el acceso legal. En muchos de estos países, no se requiere residencia o ciudadanía para comprar un boleto de lotería, lo que facilita la participación de los viajeros. Siempre que el boleto se compre en persona, la mayoría de las jurisdicciones lo reconocen como válido sin importar el origen del comprador.
Otro incentivo es la reputación cultural. Por ejemplo, El Gordo se considera más una tradición cultural que una simple lotería. Comunidades enteras, incluidos turistas, participan comprando fracciones (décimos) del mismo número, lo que convierte el sorteo en un evento colectivo.
Finalmente, visitar un país con una tienda de lotería “afortunada” añade un toque supersticioso. Por ejemplo, el quiosco Doña Manolita en Madrid es una leyenda en sí misma, y suele estar rodeado de largas colas de locales y turistas semanas antes del gran sorteo.
Comprender la fiscalidad es crucial para los turistas de lotería. En Estados Unidos, los no residentes están sujetos a un impuesto federal fijo del 30 % sobre las ganancias. En algunos casos, se pueden aplicar retenciones estatales adicionales. Los turistas deben presentar formularios adecuados al IRS para reclamar sus ganancias netas.
España impone un impuesto del 20 % sobre premios superiores a 40.000 €, aplicable tanto a residentes como no residentes. Sin embargo, debido a tratados fiscales, algunos extranjeros pueden recuperar parte de este importe, aunque el proceso es burocrático y lento. Se recomienda asesoramiento legal para premios importantes.
Italia aplica un impuesto del 20 % sobre premios de más de 500 €, que se deduce automáticamente. Los extranjeros pueden reclamar sus ganancias directamente si el boleto fue comprado legalmente. Los premios del SuperEnalotto se reclaman a través de los procedimientos oficiales del operador de lotería italiano, que requieren identificación y verificación bancaria.
Compre siempre en puntos de venta autorizados u oficinas oficiales de lotería. Los boletos falsificados o revendidos pueden ser descalificados. Países como EE. UU. y España tienen normas estrictas que prohíben la reventa no regulada.
Guarde el boleto físico en un lugar seguro. En muchas jurisdicciones, la posesión del boleto original es la única prueba de propiedad. Perder el boleto puede significar perder el premio, incluso si se tiene una foto.
Tenga en cuenta los plazos. Cada país tiene un tiempo límite diferente para reclamar premios. En Italia son 90 días, en España normalmente tres meses y en EE. UU. varía por estado, pero puede ser tan corto como 180 días desde la fecha del sorteo.
Con la creciente demanda de experiencias de lotería, las agencias de viajes en Europa y América del Norte ofrecen paquetes personalizados. Estos incluyen recorridos por ciudades, alojamiento y paradas garantizadas en puntos de venta populares de boletos. También se incluyen recuerdos temáticos y participación grupal en boletos compartidos.
En Japón, donde la participación en loterías extranjeras está restringida, algunas empresas organizan tours al extranjero centrados en la compra de boletos. Este tipo de turismo especializado ha ganado popularidad, especialmente entre jubilados que buscan ocio con posibilidad de fortuna.
Estos paquetes suelen coincidir con sorteos importantes como El Gordo o los Superdraws de EuroMillions, alineando el viaje con los periodos de mayor emoción. Los participantes también realizan rituales tradicionales como frotar estatuas o comprar boletos a determinadas horas para atraer la suerte.
Aunque participar en loterías extranjeras es legal en muchos países, exportar boletos o revenderlos sin licencia puede infringir regulaciones locales o internacionales. Los turistas deben consultar las leyes locales antes de compartir o revender boletos en otros países.
En algunas regiones, promover la participación en loterías entre turistas puede plantear dudas éticas, especialmente si se presenta como una oportunidad garantizada de riqueza. La promoción responsable y la transparencia son esenciales para sostener este sector turístico sin engañar a los participantes.
Los organismos reguladores en países como España e Italia han implementado controles estrictos sobre la venta de boletos y la distribución de premios para proteger a los consumidores, incluidos los turistas. Estas medidas ayudan a mantener la credibilidad y el atractivo de estas loterías para los visitantes internacionales.